Estos días se están produciendo de nuevo disturbios muy importantes en varias ciudades españolas con la excusa de defender la libertad de expresión y en particular por defender al rapero Pablo Rivadulla Duro, alias Pablo Hasèl. Estos episodios de violencia y terrorismo urbano se acogen a cualquier excusa supuestamente anti-fascista, para sembrar el pánico con sus acciones fascistas.
Porque fascismo es no respetar la justicia, fascismo es querer expulsar de los medios de comunicación a los que piensan diferente, fascismo es querer imponer por la fuerza lo que no se gana en las urnas, fascismo es destrozar y quemar mobiliario urbano, coches y motos, fascismo es no respetar las normas básicas de la democracia.
Pero hoy en día los profesionales del terrorismo urbano utilizan la capacidad y velocidad de difusión de ideas y consignas para apelar al sentimiento y se convoca a “luchar contra el enemigo” sabiendo que nadie va a verificar si los motivos son verdaderos o no: siempre hay unos cuantos que arrastrados por lemas de unos pocos caracteres acuden a la convocatoria.
Este fenómeno cogió auge cuando los manifestantes de extrema izquierda vieron que les salía gratis, porque como ellos “combaten el fascismo” las autoridades les consienten casi todo y vemos que siempre hay más policías heridos que manifestantes detenidos, y claro si puedes divertirte con tus amigos, sentirte un luchador por la libertad y ahora con el Covid saltarte el confinamiento y sacar hacer ejercicio porque no puedes ir al gimnasio, el resultado es fantástico: vuelves a casa cansado, con la sensación de ser un héroe y de pertenecer a un grupo de valientes luchadores…
Pues a todos ellos les digo que se informen, que busquen información en esos móviles de ultima generación que tienen, y verán que Pablo Hasèl tiene dos condenas por agresiones: una a un periodista de TV3 y otra a un guardia urbano que era testigo en un juicio contra un amigo suyo; además tiene una causa pendiente por el intento de asalto a la Subdelegación de Gobierno en Lérida.
Para aquellos que crean que es un artista proletario que lucha contra el sistema decirles que es de una de las familias más ricas de Lleida y a los que lo justifiquen diciendo que un artista debe tener libertad absoluta recordarles que la libertad de una persona, artista o no, acaba donde empiezan los derechos de los demás y así una de las sentencias recoge que «No és admissible en l’àmbit de la llibertat d’expressió incitar a la violència, o realitzar un discurs d’odi» … «com és la lloança o justificació d’accions terroristes i el desig de noves actuacions dels grups terroristes».
Se le condena por acumulación de penas siendo las más importantes las de agresiones y en las que ya se le advertía que si acumulaba más sentencias desfavorables debería ingresar en prisión.
En resumen, una persona de rasgos violentos que se ha sumado al éxito fácil del insulto a las instituciones y a la justificación de bandas terroristas, lo cual desgraciadamente hoy en día es el camino mas corto para darse a conocer y conseguir contratos o subvenciones, que ya dice el refrán que “por mas pan nunca es mal año”, ese es al que grupos de fascistas salen a defender en nuestras calles.
NOTA: En estos momentos de crisis y de hundimiento de publicidad, elCatalán.es necesita ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí).
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.