Mariano Gomà es escritor y arquitecto, aunque ha conseguido ser un referente dentro del constitucionalismo catalán como presidente de Societat Civil Catalana, entidad que dirigió hasta hace unas semanas.
¿Qué balance hace de las elecciones del 21-D?
Cuando un crucero lleva un rumbo y velocidad determinadas desde hace muchos años, aunque sea erróneo y mal gobernado, cambiar esa inercia cuesta mucho tiempo y la reacción es lenta. El 21-D empezamos a corregir ese rumbo lentamente.
¿Qué significó para el constitucionalismo las dos manifestaciones del 8 y el 29?
El 8 y el 29 de octubre representaron un cambio en la historia de Cataluña pues quedó claro que no éramos un ‘sol poble’ [solo un pueblo] sino que hay otros catalanes, que además somos la mayoría, que han perdido el miedo a alzar la voz por su tierra. También fue histórico en el despertar del sentimiento y orgullo de toda España al volver a sentir nuestro maravilloso país. La proliferación de banderas y manifestaciones en todo el país demostró que es urgente que los españoles volvamos a dejarnos seducir por nuestra patria al igual que lo hicimos en el 78 en el nacimiento de la democracia. Eso es fundamental para España y los españoles.
¿Será el 2018 el año en el que comenzará el cambio de ciclo político en Cataluña?
Creo que empezará el cambio a notarse de forma clara. Solo el ligero cambio de rumbo del que hablaba antes hará que empecemos a tomar viento a favor, y el oleaje sera más suave lo cual facilitará mucho las cosas.
¿Qué ha sido lo mejor en el 2017 en la política catalana?
Lo mejor del 2017 ha sido el despertar del pueblo hasta ahora callado y la constatación de que hay nuevas mayorías sociales y que el separatismo es cada día más exiguo. La toma de control del Gobierno español en la deriva ilegal ha devuelto una cierta normalidad al quehacer diario de la autonomía y el orden del gasto vuelve a ser normal.
¿Y lo peor?
Lo peor de 2017 ha sido la incertidumbre y la perdida del marco legal general por la locura de los independentistas y sus radicales alabarderos. También la ingenuidad del Estado español el 1-O que facilitó a los radicales la foto que querían para vender por el mundo la represión y el estado opresor aunque todos sabían que era falso. Eso hizo mucho daño.
¿Qué le pide al 2018?
El 2018 nos tiene que traer la normalidad democrática, por la vía que sea, a toda España. Nos tiene que traer de nuevo el amor por nuestro maravilloso país y si además conseguimos salir definitivamente de la crisis económica veremos la luz de nuestro destino en el marco europeo y en el contexto internacional.
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