Publicamos hoy la segunda entrega de la entrevista con Luis del Pino, una de las estrellas de Esradio. Presenta ‘Sin complejos’, el programa matinal de los fines de semana en esta cadena nacional. Aquí pueden leer la primera parte de la entrevista.
¿Qué ha pasado en Libertad Digital y Esradio, que entre trabajadores y colaboradores se ha ido buena parte de la plantilla a las candidaturas de diferentes partidos?
Aquí siempre hemos tenido muy claro, desde hace mucho tiempo, cuáles son las ideas fundamentales que los fundadores del grupo habían puesto sobre la mesa: la defensa de España y de la libertad. Estos principios se pueden desglosar de diferentes maneras y dentro de la casa tenemos debates animados sobre muchos asuntos, pero coincidimos en lo básico. De ahí que a lo largo de los años se haya decantado una serie de colaboradores alrededor de estos dos principios fundamentales.
Y ahí entran los partidos…
Vox y PP han tenido que renovar sus cuadros, los unos a partir del crecimiento inesperado y los otros a partir de los problemas que han atravesado, y ¿dónde echas mano de gente que defienda a España y a la libertad? Por ejemplo, de esta casa. Y nosotros encantados que puedan poner en práctica los principios que han sostenido aquí.
¿Y por qué Podemos o PSOE no han recalado en estas aguas?
Porque no creo que la gente que colabora con Libertad Digital o Esradio comulgue con algunas de las ideas que Podemos o PSOE defienden. Y ojo, digo algunas, porque yo personalmente he estado a veces de acuerdo con ciertos planteamientos que algún dirigente de Podemos ha defendido.
¿Por ejemplo?
Cuando dicen que los de abajo no han de pagar la juerga de los de arriba, no tengo más remedio que compartirlo, porque es cierto. Aunque luego sean afirmaciones huecas, cuando ves el chalet que se ha comprado Pablo Iglesias y cómo se ha integrado en la ‘casta’. Pero eso no resta valor a la denuncia de que en España hay una elite que cree que la gente es idiota, que ellos están por encima, y que han de pagar sus errores y sus ‘alegrías’. Y eso es indecente.
¿Y con el PSOE?
Con los socialistas puedo coincidir en la defensa de la sanidad pública, no creo en los experimentos de liberalización del sector sanitario. Pero PSOE y Podemos tienen un problema de base, con el que no puedo coincidir: son formaciones hispanófobas, tienen un grave problema de concepción de la nación.
Explíquelo, por favor.
Tanto Podemos como PSOE parecen haber olvidado que la nación surge como concepto a principios del siglo XIX precisamente para defender a los de abajo frente a los de arriba, para sustituir al sistema estamental, para sustituir el poder de determinadas oligarquías locales. En Francia el centralismo jacobino nace como contraposición a los poderes locales que hacían y deshacían a su gusto. La izquierda española ha olvidado que la nación es la garantía de que todos, independientemente de nuestro origen social, tengamos los mismos derechos, los mismos deberes y las mismas libertades. La gente de Esradio o Libertad Digital no puede coincidir con PSOE y Podemos por su negación de la nación.
¿Cómo cree que será la sentencia del juicio del ‘procés’?
Será técnicamente impecable, la sala del Supremo que lo ha juzgado ha respetado al máximo las garantías judiciales, para que nadie pueda decir nada en este aspecto. Creo que se condenará con dureza, igual no todos lo serán por rebelión, pero alguno sí.
¿Por qué?
Por un motivo: lo que hacía falta para que hubiera tipo penal de rebelión era la utilización de la violencia, y ha quedado acreditada. Violencia no es solo que yo te pegue un puñetazo, si me planto delante de la puerta de tu casa y te impido entrar, aunque no te toque, e impido que me apartes, estoy ejerciendo violencia. Más aún, si te rodeo con quince amigos y te pido el reloj, también lo es, la violencia ambiental ha quedado acreditada en el Supremo que es violencia, tal y cómo ha dictado en el caso de ‘La manada’.
¿Y tras las condenas?
Los condenados recibirán un trato exquisito en cárceles catalanas, regidas por separatistas catalanes.
¿Habrá un ‘otoño caliente’ en Cataluña?
Existirá un intento de calentarlo, no sé hasta qué punto el bando separatista tiene en estos momentos las fuerzas suficientes. Han planteado un pulso a España y lo han perdido. Tal y como están las cosas en Cataluña creo que ERC va a adoptar una postura más gradualista, intentará llegar a acuerdos con los partidos de izquierdas y aplazará cinco o diez años su objetivo final, la independencia. De momento intentará mantener y aumentar su poder para seguir sembrando. Aunque no sé para qué, porque llevan cuarenta años y todavía no han conseguido el 50% de los votos a pesar del desistimiento del Estado, del adoctrinamiento en las escuelas y de que los medios de comunicación son suyos.
Está claro, con todo a favor y no lo han conseguido. ¿Por qué?
Porque el sentimiento español en Cataluña es muy fuerte, y que a nada que el Estado se pusiera a ello, y evitara de que algunos se lucren por defender el separatismo, el problema se reduciría al mínimo. No se trata de evitar que haya secesionistas, en un país libre como España es admisible defender esta ideología, se trata de evitar que vivan a costa de los demás y reciban dinero público por ser independentistas. Pero el problema está en Madrid y no en Barcelona o en Bilbao, ya que interesa que exista la tensión territorial. Que no se desmande con declaraciones unilaterales de independencia, pero que siga viva.
Defiende que Ada Colau es mucho peor que Ernest Maragall como primera autoridad de Barcelona…
Lo es. Hay un refrán español muy sabio que dice “de los mansos líbreme Dios, que de los bravos ya me libraré yo”. Ernest Maragall sería un alcalde claramente independentista, y además está como un cencerro, pero es a alguien que se le ve venir. Ada Colau es una persona que usa los votos de gente que no es secesionista para hacer separatismo de forma más gradual. Es bastante hispanófoba, recordemos que participó en la consulta ilegal del 1 de octubre, o que su primer teniente de alcalde impidió que se mostrara una bandera de España en el balcón del Ayuntamiento, después que se pusiera allí una ‘estelada’. Prefiero a un separatista declarado como Maragall, que dice sinceramente a sus votantes lo que pretende que a alguien como Colau que estafa a los que la apoyan diciendo que no es secesionista. Porque también lo es, aunque sea a plazos.
En su programa ha comentado la línea que está siguiendo el nuevo presidente de Societat Civil Catalana. ¿Cómo la valora?
Lo dije desde que se fundó hace unos años, que me parecía un ‘bluff’. No es sociedad civil, se creó desde instancias políticas para tratar de encauzar el sentimiento antiseparatista dentro de un río controlado por los partidos. La prueba es que nada más nacer fue recibida por Mariano Rajoy y Artur Mas. Rajoy y Mas, que no reciben a combatientes contra el nacionalismo, se reunieron rápidamente con la junta de SCC. Era cuestión de tiempo que Societat Civil Catalana se quitara la careta. Ya sé que dentro de esta entidad ha habido mucha gente bien intencionada que la ha tomado como una herramienta de lucha contra el nacionalismo. Es más, porque precisamente tenía que cumplir con su papel de “somos la lucha contra el nacionalismo” a veces sí que han hecho cosas contra el secesionismo, como las dos grandes manifestaciones del 8 y el 29 de octubre en Barcelona. Por cierto, en una de ellas pusieron a Borrell a hablar para que dijera a la gente el “no os paséis, que Puigdemont a prisión no, que eso es pasarse”. O sea, han dirigido la indignación de la gente hacia cauces que los partidos pudieran controlar.
Bismarck decía que España era la nación más fuerte del mundo, porque los españoles llevaban siglos intentando destruirla y no lo habían conseguido. ¿Comparte esta idea?
España es una nación muy fuerte, mejor dicho, los españoles somos muy fuertes. Somos una nación de gigantes gobernada por enanos. Y no me vale el “pero los españoles escogemos a nuestra clase política”, porque tenemos un sistema que facilita que en los partidos medren lo más trepas, los que tienen menos escrúpulos. Y la gente vota entre lo que hay. Los españoles somos un pueblo empático, por eso tenemos un desarrollo tan espectacular del turismo, tratamos bien al visitante, la gente es amable. Pero también somos pasotas en muchas cosas, dejamos hacer a los de arriba lo que les da la gana, hasta que se nos llena el sombrero de pipas y entonces llenamos los balcones de banderas. Los españoles no llevamos siglos intentado destruirnos. Nuestros políticos, desde hace siglos, son lamentables, y sí que han hecho mucho para destruirnos, pero no lo conseguirán, porque el pueblo español no se dejará.
¿Es Esradio un pequeño milagro dentro del panorama mediático español?
Creo que sí, somos un medio de comunicación muy poco convencional. Federico Jiménez Losantos es alguien que ha imprimido carácter a esta casa. Desde muy joven ha luchado por aquello que creía justo. Y eso ha permeado a todo el grupo, los que trabajamos aquí no nos consideramos meros empleados de una empresa, compartimos la idea de defensa de España y la libertad. No es solo un trabajo, es un movimiento.
Una entrevista de Sergio Fidalgo
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