La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha comparecido ante los medios de comunicación, con una hora de retraso respecto a la hora prevista, y ha asegurado que no tiene ninguna intención de dimitir.
Borràs ha comprobado este martes lo que es la soledad política, ya que tan solo ha sido acompañada por Francesc de Dalmases, diputado de Junts en la cámara catalana. Eso sí, pese a estar a las puertas de sentarse en el banquillo de los acusados ha afirmado que “lo reitero, aunque sea para contestar a quienes reiteran mi culpabilidad. Nunca he cometido ningún delito“.
Como no podía ser de otra manera, la todavía presidenta del Parlament ha tirado de victimismo para asegurar que el caso “no habría llegado tan lejos judicialmente si no fuera por quien soy y por el proyecto político que represento“.
Pese a que su actuación como presidenta de la cámara ha estado siempre en el centro de la polémica, ya que su posicionamiento ha sido más de una activista independentista que de una persona neutral, ha afirmado ante los medios que “puedo afirmar con absoluta tranquilidad que llevo a cabo mi labor con honradez y tratando siempre de trabajar a favor del buen funcionamiento del Parlament y de garantizar los derechos de sus miembros“.
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