Si el nuevo dueño del RCD Espanyol, Alan Pace, viene para apostar por el club, para hacerlo crecer y, sobre todo, para que deje de ser un club que va dando bandazos, será más que bienvenido. Por supuesto, hay que darle tiempo y confianza, dado que acaba de aterrizar y que estamos en el pozo deportivo: dos descensos y una salvación en la última jornada en un lustro es un auténtico desastre. A poco que la nueva propiedad se lo tome en serio, tenemos que mejorar los resultados deportivos.
Le va a ayudar que Fran Garagarza está confeccionando una plantilla más equilibrada que la que comenzó la Liga 2024-2025. El equipo que tenemos ahora mismo, sin grandes alardes, parece mucho mejor armado para garantizar una permanencia sin demasiados apuros. De momento, estamos teniendo una pretemporada sin grandes problemas – recordemos los recientes casos de RDT o de Braithwaite – y los jugadores están dejando una buena imagen en los amistosos disputados hasta la fecha.
Deseo que Pace acierte y cree una nueva estructura más profesional. Quiero que forme jugadores, los venda a buen precio, y traiga otros futbolistas de calidad para llenar los huecos. Solo deseo tener un equipo razonable, con muchos chavales de la cantera, que no tire la Copa del Rey a las primeras de cambio y que pueda aspirar, cada tres o cuatro años a jugar en Europa.
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