Lo último que espera uno cuando acude a una parroquia es encontrarse un escaparate independentista, pero eso es lo que lamentablemente sucede en la parroquia de Sant Medir, en el barcelonés barrio de Sants.
Este templo católico ha tenido varios rectores, pero todos han cambiado la cruz por un lazo amarillo, y por lo tanto en convertir un templo que debería ser de todos los que procesan la ideología católica en un templo separatista. Tal y como han denunciado los amigos de Dolça Catalunya.
El actual rector de la parroquia de Sant Medir es Ramón Batlle Tomás, que llegó al cargo el pasado mes de octubre, sustituyendo a Josep Lluís Socias.
Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, bien haría en dar un toque de atención a esta parroquia barcelonesa, que parece más preocupada por los destinos del proceso independentista que por ser un templo religioso.
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