En efecto, el título de esta columna es todo un reconocimiento explícito de la difícil situación que afronta nuestro país, España, ante la encrucijada que el 28 de abril representa para nuestra continuidad histórica como nación. Su resultado marcará el camino a seguir, o el de la desunión y la ruptura, o el de la unidad y la recuperación de la concordia.
La primera derivada que simboliza Pedro Sánchez es la del desencuentro y crisis constitucional porque en Pedralbes pactó con Torra su hoja de ruta, la del referéndum de autodeterminación, la del relator y la de la mesa de partidos al margen de las instituciones democráticas al estilo batasuno. La segunda dirección, la de Pablo Casado es la de la recuperación de la democracia, profundamente devaluada en Cataluña, la de la Constitución y la de la libertad, la igualdad y la solidaridad entre españoles.
Parádojicamente, fue un socialista, Mitterrand el que dijo que “el nacionalismo es la guerra” y el sanchismo quiere pactar con ellos cometiendo un error histórico, porque ya sabemos qué trajo a Europa el populismo nacionalista y la xenofobia que se extendieron por nuestro continente durante el siglo XX. El socialismo en Cataluña, el PSC, es precisamente el más entusiasta valedor de esa apuesta tan nociva para los catalanes y el resto de españoles.
Miquel Iceta ya lo ha verbalizado, con un 65% de catalanes resultado de no se sabe qué encuesta el referéndum debe hacerse y eso al margen del resto de españoles, que veríamos dañada irreparablemente nuestra soberanía nacional para decidir de forma colectiva el futuro de nuestro país.
Por eso, por lo injusto y antidemocrático de esa propuesta, es por lo que apelo a la sensatez y el buen criterio de muchos votantes socialistas catalanes para que no respalden la voladura del pacto constitucional fraguado con tanto sacrificio y generosidad en 1978. Sabemos que Felipe González no lo haría porque antepone como otros muchos la solidaridad y la igualdad entre españoles al entreguismo de Sánchez al separatismo, por puro ejercicio vanidoso de ostentación y conservación del poder.
El separatismo ha provocado una falla, una quiebra, una herida tan dolorosa entre los catalanes que algún día deberán reconocer su culpa y pedir perdón. Yo ya se lo dije a Santi Vila en el Parlament en una interpelación parlamentaria en aquellos primeros días de septiembre de 2017: “Se lo han cargado todo” y no pudo rebatirlo porque sabía que era verdad. Y ahora deben asumir que sus hechos, los graves sucesos del 20 de septiembre, del 1 de octubre y del 27 de septiembre de 2017, tendrán graves consecuencias que se ventilarán ante el Tribunal Supremo, porque infringir un golpe al Estado como el que ejecutaron los líderes independentistas no puede quedar impune.
La democracia española debe protegerse para seguir garantizando la libertad de quiénes siendo catalanes no somos separatistas y hemos sido abandonados por las instituciones de la Generalitat. El mecanismo constitucional del artículo 155 cumple esa función y estamos viendo estos días como el proceder de Quim Torra justifica su aplicación. El Presidente de la Generalitat está demostrando su incapacidad para gobernar y su sectarismo contra los que no pensamos como él. Su única misión es “aguantar”, esperar a que el Tribunal Supremo dicte Sentencia contra los acusados por rebelión y otros graves delitos, para volver a desafiar al Estado.
Por eso hay que desalojarlo del poder, no tiene la confianza de la cámara catalana, no trabaja para los catalanes sino que ejerce como testaferro del prófugo Carles Puigdemont y su desgobierno ha provocado la desatención de los verdaderos problemas de los catalanes. Eso sí, ha incrementado su retribución salarial, de más de 150 mil euros al año, y sigue destinando el dinero de los catalanes a engrasar la maquinaria independentista para trabajar contra España.
Y sin embargo, la oposición democrática en Cataluña no ha sabido unir fuerzas para impedirlo. Ciudadanos, que el 21 de diciembre de 2017 recibió un inmenso caudal de votos constitucionalistas ha preferido liderar una oposición en el Parlament combativa pero ineficaz. Por eso también reclamo a sus votantes, muchos prestados de nuestro partido, para que el próximo 28 de abril ejerzan un voto responsable y lo hagan con cabeza y sentido de la responsabilidad a fin de aunar esfuerzos en el único partido que goza de un respaldo mayoritario en toda España, el Partido Popular.
En el mismo sentido, debo destacar que todos aquellos que con razón puedan haberse sentido desamparados y piensen que opciones como VOX están más justificadas en la defensa de la unidad de España, que también reflexionen sobre la importancia de ejercer un voto inteligente, y no practicar un voto anclado en el enfado o en el rencor, porque el Partido Popular siempre ha sido y será un valor seguro para nuestro país, a pesar de los errores cometidos y reconocidos.
Nuestras propuestas para Gerona pasan por seguir potenciando el desarrollo económico de nuestra provincia. No puede olvidarse que han sido los gobiernos del Partido Popular los que más han invertido en nuestra provincia. El desarrollo de las infraestructuras ha sido más que notable. Gerona dispone de dos estaciones de Alta Velocidad, en su capital y en Vilafant que nos conectan rápidamente con el resto de España y con Europa.
Queremos que el Aeropuerto de Girona Costa Brava también pueda tener una estación intermodal en sus instalaciones para atraer más turismo e inversión. Debemos también mejorar la red convencional del Media Distancia invirtiendo en mantenimiento e incrementando la frecuencia. Hay que seguir trabajando para conseguir el desdoblamiento completo de la N-II en sus distintos tramos pendientes de ejecución y hay que proteger y reparar el litoral para que la Costa Brava siga siendo ese marco incomparable que tanto satisface a los muchos turistas que nos visitan.
Y todo ello debe ir de la mano de una verdadera “revolución fiscal” que reduzca los impuestos. IRPF( por debajo del 40%) y Sociedades(por debajo del 20%), supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, del Impuesto de Patrimonio y del IAJD, para que con esa menor presión fiscal se reanime el consumo y se creen puestos de trabajo que garanticen con las cotizaciones a la seguridad social las pensiones y el resto del imprescindible gasto social en educación, sanidad y dependencia en favor de nuestros mayores. Proteger a los trabajadores autónomos y facilitar y agilizar los trámites para la creación de empresas resulta primordial. Por eso, proponemos tarifa plana en la cotización de los autónomos durante los primeros 24 meses y reducir los plazos para registrar una empresa a cinco días.
Pero para poder llevar a cabo todo este ambicioso proyecto necesitamos primero devolver la democracia a Cataluña. Garantizar la seguridad jurídica para que las más de 5 mil empresas que se han marchado regresen es fundamental. Y con el separatismo en el poder de la Generalitat ello resulta imposible. Hasta que la educación deje de ser una herramienta de adoctrinamiento y manipulación de nuestros jóvenes, hasta que TV3 y Catalunya Radio dejen de ser la radio y televisión de los separatistas en lugar de ser de todos y hasta que los mossos d´esquadra dejen de estar al dictado de políticos irresponsables y sectarios, nada de lo que proponemos será viable.
Hacer que las instituciones públicas sean neutrales y dejen de exhibir lazos amarillos como ofensa a los ciudadanos que no reconocemos ninguna persecución ideológica en Cataluña por ser separatista, lograr que se cumplan las resoluciones judiciales sobre la enseñanza en castellano hasta que podamos conseguir que también sea una lengua vehicular por ser también el idioma de muchos catalanes, y procurar que la discriminación y el odio a los que no somos nacionalistas desaparezca de nuestra tierra, son todos ellos objetivos irrenunciables de quienes nos declaramos orgullosos de ser españoles, de ser catalanes, y de defender la Constitución como el mejor pacto de convivencia pacífica que jamás nos habíamos dado.
En 1978 los catalanes la respaldaron en masa, casi en un 90%, y más de 40 años después, conservarla para preservar el progreso y bienestar conquistados, es el deber que los que queremos representar a los gerundenses en el Congreso de los Diputados en defensa de la libertad y la igualdad estamos resueltamente decididos a cumplir.
Sergio Santamaría es el número 1 del PP por Gerona al Congreso
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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