El separatismo más ultra acosó de forma vomitiva y repugnante a una familia de Canet de Mar que amparada por la justicia pidió que su hija recibiera clases también en castellano en la escuela Turó del Drac.
A partir de ese momento, el acoso y derribo contra esta familia fue uno de los capítulos más oscuros que ha perpetrado el secesionismo a lo largo de su proceso, y miren que hay donde elegir, pero las manifestaciones que llegaron a montar en la puerta del colegio, el señalamiento y el hostigamiento en redes sociales fue brutal, y todavía hoy sufren las consecuencias, tal y como ha denunciado el padre del menor en EL MUNDO.
«Aún sufrimos las secuelas. No somos unas personas amargadas, pero que todavía nos giren la cara en el pasillo del colegio quiere decir que sienten repugnancia hacia nosotros y eso te deja un poso«, ha denunciado Javier Pulido.
Además, también han denunciado el abandono que han sufrido por parte del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, el cual ha pasado de ‘puntillas’ por el asunto «ha recibido directrices políticas para no hacer nada«, ha asegurado el padre de la menor de Canet de Mar, que como tantas otras familias, sufren el acoso y el señalamiento por pedir una escolarización también en castellano en Cataluña.
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