Que los radicales que decidieron por las buenas ocupar la Plaza Universidad en Barcelona se fueran a acabar peleando por la pasta de la caja de resistencia y por los condones era un giro que, reconozco, que no me esperaba.
Al final, los radicales ‘oficialistas’ de Arran y las juventudes de Esquerra Republicana y los radicales que van por libre, en la enésima reedición del famoso gag de ‘La Vida de Brian’ sobre el Frente Popular de Judea y el Frente Judaico Popular, se han tirado los platos a la cabeza.
La pregunta clave en este nuevo ejemplo de división dentro de la izquierda revolucionaria es, ¿quién se llevó los condones? Y, complementando la primera, ¿se gastarán la pasta en litigio – entre 30.000 a 40.000 euros según las fuentes – en más condones y en lubricantes diversos?
Que muchos de los acampados lo vivieron más como una fiestecita popular, costeada por los padres, ya quedó claro en la multitud de vídeos que circularon por las redes. Como en Barcelona no hay ningún tipo de respeto por el resto de ciudadanos, y por la autoridad, se permitió sin más problemas. Lo raro fue que Ada Colau no montara su tienda por allí.
Pero llega el frío… hay discrepancias sobre la pasta… y sobre el reparto de condones. ¡Y todo estalla! Comunicados y contracomunicados de nuestros revolucionarios de pitiminí, que en la próxima acción popular se pelearán por el control de las copas menstruales y del ron solidario recién llegado de Cuba.
Si la clase obrera ha de emanciparse gracias a la acción revolucionaria de los conjurados de la acampada ‘iphone’ tenemos capitalismo para un par de eras glaciares.
Sergio Fidalgo
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