
Entrevista a Josep Ramon Bosch, ex presidente de Societat Civil Catalana.
Una familia ha visto como le han intentado quemar una bandera de España que tienen en el balcón y le han quemado el portal. Ha sido en Balsareny, no demasiado lejos de donde usted vive. ¿Son frecuentes este tipo de agresiones en la Cataluña interior?
Balsareny dista pocos kilómetros de mi residencia. Es una población que linda entre las comarcas del Bages y el Berguedà, el corazón de Catalunya, de rancia tradición carlista. En la Catalunya interior los que hemos defendido públicamente la legalidad y la bandera de todos, hemos sido objeto de toda clase de ataques. Yo he sufrido escraches, pintadas, insultos, lanzamiento de objetos, rotura de cristales, me han destrozado el buzón inunmerables veces y, lo más grave, mi hija sufrió una agresión física. Es la muerte civil, el señalamiento al disidente, el escarnio público, los insultos y el vacío. Es tremendo.
Usted ha sufrido escraches por no ser secesionista. ¿Cómo se siente uno al ver que vecinos y amigos de toda la vida le acosan a uno simplemente por tener unas ideas políticas diferentes a las de ellos?
Uno planta cara al principio, luego ves que nadie te apoya y poco a poco vas dejando de frecuentar los lugares habituales y te apartas de la vida social del pueblo. Es muy triste lo que han hecho en Catalunya estos fanáticos. Han gozado de impunidad y han detentado decenas de millones de euros para sus fiestas, prensa y amigos. Ahora es muy tarde recomponer la vida social. Están fanatizados.
Este desgraciado hecho se une a los muñecos colgados de un puente de la carretera C-17 con los logos de los partidos constitucionalistas. ¿Cree usted que se intenta amedrentar a los votantes no secesionistas para que no acudan a las urnas?
El nacionalismo solo sabe eliminar al disidente para vencer. En ello están. No es una muerte física, solo es la muerte pública.
¿Qué les diría a los potenciales votantes constitucionalistas que no tengan claro si ir o no a las urnas el 21D?
El 21D es vital para terminar con el nacionalismo y el fanatismo. Debemos reconstruir Catalunya tanto social como económicamente y solo lo lograremos con la derrota del separatismo.
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
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