El acuerdo entre los socialistas y JxCAT en la Diputación de Barcelona ha desatado definitivamente las hostilidades entre los partidos separatistas.
Los reproches entre Esquerra y JxCAT son más que palpables en las redes sociales y con declaraciones cruzadas, como la del ex consejero de Justicia Carles Mundó (ERC) que aseguró en twitter esta operación como “incomprensible” y “error estratégico”.
El economista Xavier Sala-i-Martín ha cargado con dureza contra Esquerra y JxCAT, a ambos los ha acusado de dar “pena” a través de un tuit.
Y asegura que los socialistas, que detentarán la presidencia de dicha Diputación, son “los que están persiguiendo nuestros líderes legítimos” y “quieren hundir a Cataluña”. Sala-i-Martín también ha acusado al PSC de “carceleros”.
Y ha llamado “bocazas” a dirigentes socialistas como al ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, y al diputado en el Congreso José Zaragoza.
Incluso algunos dirigentes convergentes, como el vicepresidente del Parlament Josep Costa, han acusado al partido de renunciar a la independencia.
“Entré en política para el 1-O y hace demasiado tiempo que siente que me arrastran hacia la renuncia al mandato del referéndum. Creo que la situación exige revertir todos los pactos con el 155, acabar con las renuncias y volver a la unidad que hizo posible el 1-O”, ha manifestado Costa.
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