El diputado separatista Gabriel Rufián se ha convertido en un personaje cómico, con el agravante que no tiene nada de gracioso, y mucho de faltón.
Esta semana ha sido incluso expulsado del Congreso de los Diputados, en una imagen que lejos de avergonzarle le ha hecho venirse arriba. Es un político vacío, sin argumentación alguna más allá de una serie de soflamas en su mayoría inventadas.
La última ha sido tratar de menospreciar a Bertin Osborne a través de su cuenta de Twitter, animando a los españoles a reaccionar o que sólo les quedará el presentador como referencia. Una nueva falta de respeto que ya no sorprende a nadie.
La afirmación que ha hecho el diputado separatista viene a raíz de la citación judicial que se le ha hecho a Dani Mateo por ultraje a la bandera española, cuando trató de hacerse el gracioso limpiándose los mocos con la enseña nacional.
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