Este pasado miércoles la selección catalana de fútbol ha jugado un nuevo partido amistoso, otro aquelarre separatista de los que tanto gusta a los secesionistas. En esta ocasión el encuentro se ha disputado en la Nova Creu Alta de Sabadell, y el combinado catalán se ha enfrentado a Panamá.
El separatismo no atraviesa su mejor momento y el partido de Cataluña en la ciudad vallesana ha vuelto a ser un claro ejemplo. Los independentistas apenas lograron llenar la mitad del aforo del estadio del Centre d’Esports Sabadell. Un soberano fracaso que los medios afines y públicos de la comunidad autónoma tratarán de silenciar. Pero la realidad es la que es.
El partido acabó con empate (2-2), los tantos del conjunto catalán fueron obra de Ferran Jutglà y Carles Aleñá. Un encuentro con muy poca historia sobre el verde sabadellense y todavía menos en unas gradas completamente desangeladas y que volvieron a acreditar que el separatismo se encuentra en sus horas más bajas, y eso siempre es digno de festejar.
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