
Los radicales de Tsunami Democràtic caldearon el ambiente y llamaron a las masas independentistas a reventar el clásico y lo que han logrado ha sido una nueva noche de violencia en Barcelona.
Todo ello, una vez más, alentado por el irresponsable de Quim Torra, que por la mañana en el Parlament invitó a la gente a participar en las acciones de protesta convocadas y además las apoyó, asegurando que era su obligación como gobierno.
Pese al fracaso reconocido incluso por Tsunami Democràtic, lo que nos deja el clásico fuera del césped es una nueva noche de violencia extrema en la capital catalana, con 60 heridos, de ellos 2 mossos graves y 9 detenidos.
Los radicales montaron barricadas en varios puntos cercanos al Camp Nou, trataron de asaltar el estadio cuando ya el partido había acabado y se produjeron innumerables cargas policiales. Panorama desolador.
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