¿Cómo hemos llegado a esto? Es una pregunta insistente que nos hacemos a diario a propósito de Cataluña. Con cierta desorientación aturdida. La interrogación se dirige tanto al cómo, como a la exaltación colectiva de estos días.
Al menos les adelanto, que esto no empezó en 2012, ni con ocasión de los 12 editoriales conjuntos en 2009, ni a causa de la crisis, ni por la campaña de Espanya ens Roba; surgió mucho antes, desde el primer gobierno de Pujol. Una lenta y maliciosa manipulación de toda la sociedad comenzada en la escuela, oportunamente denunciada desde 1981 y silenciada siempre por las fuerzas nacionalistas y por el Gobierno de la nación de todos.
Si quieren entender el apoyo exponencial al independentismo y no saben explicárselo, recurran a dos películas: Rebeldes del Swing (1993), La Ola (2008), a un documental, La clase dividida (1983) y al capítulo XV del libro, Extranjeros en su país (1992).
LA CLASE DIVIDIDA, es una experiencia real en 1983 de una maestra estadounidense que hace un experimento con sus alumnos dónde se demuestra cómo se pueden generar fácilmente comportamientos supremacistas por exaltación de rasgos distintivos en el carácter y en la morfología de cualquiera. En este caso, de los pequeños entre sí. Ver esta experiencia pone los pelos de punta. ¡Es tan fácil manipular los sentimientos de los niños! Hoy en las escuelas de Cataluña estamos asistiendo a una manipulación masiva de nuestros hijos con la disculpa de la independencia de Cataluña. Vean el documental (54’:04’’). No tiene derecho de autor, pueden acceder a él a través del Link.
LA OLA, es una película estadounidense de 2008, basada en la novela del mismo nombre, que a su vez se inspiró en un experimento real de Ron Jones, un profesor de historia del Instituto Cubberley de Palo Alto (California), que pretendía educar en los valores de la Democracia a través de mostrar los peligros de la autocracia (Totalitarismo). El experimento, “La tercera ola”, realizado en 1967, tuvo que ser interrumpido a los cinco días por peligroso. La película que recrea el experimento, está ambientada en un Instituto de la Alemania actual, donde un profesor logra sin prever el alcance de su experimento, reproducir el caldo de cultivo que lleva a la naturaleza humana a la empatía de grupo, a la exclusión del diferente, al supremacismo, al nacionalismo, y finalmente al totalitarismo violento.
Esta película desnuda las técnicas de exclusión a través de la identidad propia y la exclusión del diferente que hemos visto crecer en Cataluña durante los últimos 40 años, como pasó en los años treinta en Alemania o en tantos otros pasajes de la historia pasado y presente. Pero, sobre todo, nos da cuenta de la euforia narcisista de estos últimos acontecimientos independentistas para alertarnos de su cinismo y sus peligros.
REBELDES DEL SWING: Película de 1993 ambientada en las postrimerías de los años 30 de la Alemania nacionalsocialista. Los chicos del swing se negaban a unirse a la organización juvenil nazi. Preferían la música y el baile swing, una modalidad de jazz que se estaba convirtiendo en un antídoto contra los rebaños nazis. Es una película de libertad, fanatismo y rebeldía que acaba destruyendo la amistad, la alegría de vivir y la esperanza. Cuando llega el odio, ya es demasiado tarde, puede ser su advertencia.
Piensen por qué en Cataluña más de dos millones de niños, nacidos de padres de fuera de Cataluña, ahora ya adolescentes y adultos, permanecen callados ante el desprecio de su cultura original, o aborrecen a España directamente. Eso no es natural, eso se construye. La película nos da alguna pista de cómo se consigue. Sólo hay que abrir los ojos y mirar alrededor. Quizás esté rodada en nuestros días, muy cerca de nosotros, sin habernos dado cuenta.
Finalmente, el capítulo XV de “EXTRANJEROS EN SU PAÍS” (1992). Es el intento de explicar desde la psicología social el adoctrinamiento escolar de nuestros hijos en el ideal nacionalista identitario de Cataluña, ahora ya independentista.
Como en la Clase dividida, y la Ola, el capítulo está basado en experimentos reales realizados a lo largo de varios cursos en los años ochenta con alumnos de bachillerato y en conferencias con participaciones dispares de 60 a 200 personas, con el objeto de reproducir experiencias controladas en laboratorio a través de la sugestión hipnótica. El objeto pedagógico era, por una parte, mostrar la pérdida de la identidad personal, su autonomía y libertad para asumir la identidad sugeridas por el operador. La pérdida de la identidad personal controlada en el laboratorio en un tiempo mínimo, se fragua en la sociedad, a nivel real, lentamente, durante años, a través de sugerencias provocadas por miles de formas de manipulación, todas ellas basadas en las emociones y en el instinto más tribal y menos civilizado del ser humano.
Mañana, 1 de octubre, en Cataluña saldrán a la calle miles de personas, entre ellas adolescentes y niños en nombre de la democracia y la libertad, y en contra de un Estado opresor. Algún día se estudiará en las universidades la manipulación masiva diseñada durante años por el catalanismo. Y nos daremos cuenta de por qué se hizo tanto daño a nuestra juventud, y por qué ella acabará haciéndonos tanto daño a todos. Creo que la advertencia que lanzara en 1992, “los maestros son el ejército de Cataluña”, sin que nadie hiciera nada para impedirlo, sumo esta otra advertencia, cuando llega el odio, ya es demasiado tarde.
Sirvan estos documentos para entender, al menos, la derrota hoy, en Cataluña, de la máxima ilustrada de Kant: ¡Sapere aure! (Atrévete a pensar).
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