Como os contábamos el pasado viernes Cataluña ha entrado en “zona roja” del mapa europeo de regiones con mayor número de rebrotes del COVID-19.
Esta situación hace que muchos países hayan puesto en alerta a sus conciudadanos a la hora de viajar a esta comunidad autónoma española.
El caso de Bélgica ha sido más radical y ha prohibido a sus compatriotas realizar viajes turísticos a Cataluña. Una medida que perjudicará gravemente al turismo local, ya de por sí tocado de muerte a causa de la pandemia.
El gobierno belga justifica estas restricciones con la información que tienen desde el sistema de salud pública, y que actualizan diariamente. A partir de estos datos, Bélgica establece un código de colores para explicar las restricciones en cada país: verde para los países donde se puede viajar con normalidad, naranja para los que hace falta cuarentena o prueba PCR, y rojo donde se prohíbe viajar si no es estrictamente esencial.
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