La crisis sanitaria del COVID-19, además de las vidas humanas que nos está costando, nos dejará una situación económica dramática. El consistorio de la capital catalana cifra en 310,6 millones de euros las pérdidas que soportará las arcas municipales.
El descenso más acusado, según datos desgranados por el Ayuntamiento de Barcelona, corresponden a unos 69 millones de euros de caída de plusvalías y a otros 66,8 millones por los ingresos de la tasa turística.
Jaume Collboni el pasado viernes aseguraba que todas las previsiones del gobierno se han ido al traste con el COVID-19 “las cuentas municipales han sufrido un decrecimiento de 310,6 millones de euros. La previsión que teníamos a principios de año han saltado por los aires y nuestras prioridades han tenido que cambiar”.
Para hacer frente a esta situación sobrevenida el consistorio pedirá al Gobierno permiso para echar mano del remanente de tesorería. Esta cantidad asciende hasta los 160 millones de euros, en la actualidad. Además las grandes inversiones como podía ser la zona de Glorias se pospondrán para el 2021.
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