Albert Soler fue entrevistado por Sergio Fidalgo en ‘Del nacionalismo se sale’ (pueden ver la charla en el vídeo que encabeza esta pieza) y dijo de Lluís Llach, actual presidente de la ANC, que «conozco gente que ha tratado con él y nadie dice nada bueno. En la ANC deben estar ya hasta el gorro de él, porque de cara afuera se hace el simpático, pero debe ser un jefe bastante tirano. Tiene una falsa modestia que es irritante».
Y añadió que «estuve a punto de hacerme socio de la ANC para que ganara y así dejara la música. Era la mejor manera de evitar que cogiera su piano y se dedicara a hacer minigiras». Sobre la situación dijo que «los barrios hace años que están abandonados, el ayuntamiento solo cuida el centro histórico. Pero es normal, ya que el actual alcalde, Lluc Salellas, es el típico niñato de la CUP, de buena familia, que tiene dinero, y que es un pijo que dice que es marxista y leninista».
Sobre la crisis de Esquerra Republicana comentó que «dicen que la gente entra en política por dos razones, por dinero o por sexo. Hay una tercera opción, que es para comer bien, y a Oriol Junqueras le encanta engullir de gorra, y de calidad. Por eso sigue a estas alturas. Lo que tiene guasa es que los que aseguran que quieren refundar ERC, Rovira y Junqueras, sean los que llevan años haciendo el ridículo. Los que han hundido este partido presumen de que lo van reflotar».
De Pedro Sánchez dijo que «él presume de que ha acabado con el procés, pero no es cierto, fueron los jueces, cuando se pusieron serios, los que lo desmantelaron. Sánchez se ha limitado a indultarlos y amnistiarlos para conseguir sus votos, nada más».
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