El concierto “Barcelona, ens en sortirem” (Barcelona, saldremos de ésta), fue presentado el pasado jueves en una conferencia de prensa telemática, en la que el equipo de gobierno de Ada Colau aseguró que el coste que suponía organizar técnica y logísticamente este acto cultural era de 200.000 euros.
Se escogió a El Terrat, productora propiedad de Mediapro, para realizar técnicamente el concierto, que iba a ser presentado por Andreu Buenafuente y Clara Segura.
Txarango, Sopa de Cabra, Els Catarres, Clara Peya, Lildami, Suu y Stay Homas anunciaron que no participarían, ya que no fueron informados de lo que se iba a pagar a dicha productora.
Esta iniciativa no fue bien recibida por una parte de la sociedad y en concreto del mundo de la cultura. La Asociación Coincidencias, con ocho años de experiencia ofreciendo música en los terrados, lamentó que esta iniciativa se dé a una productora privada y deje de lado a los gestores culturales de la ciudad. El PP cuestionó el coste del mismo y pidió que fuera la televisión municipal la que se hiciera cargo de la producción.
Tras la polémica generada, El Terrat se ofreció a no cobrar dinero público por su trabajo, pero Ada Colau ha decidido anular el concierto, y ha ofrecido en redes sociales la siguiente explicación:
“El proyecto ‘Barcelona, ens en sortirem’ no se hará. Hemos tomado esta difícil decisión al constatar el malestar que ha generado la propuesta en una parte del sector cultural. Una situación que lamentamos profundamente, puesto que el acto nacía de una voluntad compartida de hacer un acto público de agradecimiento y esperanza.
Hemos intentado reformular la propuesta con la implicación de El Terrat, que se ha ofrecido para que saliera adelante sin suponer ningún gasto de dinero público. De todos modos, valorando el malestar generado, los organizadores decidimos cancelar.
Desde la tristeza por la cancelación de un proyecto que se había puesto en marcha con la mejor de las intenciones, querría hacer algunas reflexiones al respeto.
En primer lugar, quiero agradecer a todo el equipo de El Terrat y a todos los artistas que con la mejor de las intenciones se sumaron al proyecto. No ha sido posible. Me entristece profundamente que un proyecto que incorporaba artistas -de estilos diversos, todos ellos de gran talento-, no haya sido posible. En momentos excepcionales como los actuales creíamos que merecía la pena hacer una apuesta así, aunque fuera arriesgada. Como Ayuntamiento asumimos nuestros errores. Cuando las cosas no salen bien, aunque se hayan hecho con la mejor de las intenciones, es mejor parar a tiempo y hacer las reflexiones oportunas.
También quiero que el tejido cultural de Barcelona sepa que el actual gobierno municipal somos muy conscientes de las dificultades por las cuales está pasando el sector. Por este motivo, no nos hemos quedado con los brazos cruzados: cuando empezó esta crisis rápidamente anunciamos medidas de apoyo a la cultura local, entre las cuales 2 millones de euros en ayudas extraordinarias o la reorientación de los grandes festivales municipales (como el Grec o la Mercé) para apoyar este tejido. Porque sabemos que, a pesar de ser un derecho fundamental, en situaciones de crisis la cultura acostumbra a quedar relegada a un segundo lugar. A nivel más estructural, recordar también que somos la única administración que desde hace años destinamos más del 5% del presupuesto a cultura.
El concierto “Barcelona, ens en sortirem” tenía que ser un acto de ciudad, un concierto y una producción audiovisual de homenaje colectivo por una situación concreta y excepcional. Un homenaje a la ciudadanía que hace semanas que sufre una situación difícil y un homenaje a toda aquella gente que lo ha dado todo en primera línea para parar al Coronavirus. Estoy convencida que tenía todo el sentido tirarlo adelante, tanto por Barcelona como para dar un mensaje de esperanza más allá de nuestra ciudad. Y sería un error contraponer este acontecimiento único y especial con las políticas culturales que hacemos y seguiremos haciendo en el día a día.
Finalmente, una breve reflexión sobre hacia donde ha derivado esta polémica en las redes por oportunismo político. Cualquier iniciativa pública tiene que estar expuesta a las críticas y la exigencia de transparencia. Pero una cosa son dudas y críticas, que se pueden resolver hablando y haciendo cambios si hace falta, y otra muy diferente es la política del linchamiento, el insulto y la polarización que se ha normalizado en este país los últimos años. No saldremos adelante con odio y linchamientos. Justamente lo que necesitamos en estos tiempos difíciles es escuchar los matices de quienes piensan diferente y aprender de los errores a través de la cooperación y la solidaridad. Así intentaremos hacerlo por la parte que nos toca.
Estamos convencidas de que la cultura es el alma de esta ciudad, que es una arma cargada de futuro, imprescindible en momentos difíciles como los que estamos viviendo. Y seguiremos mirando el futuro con esperanza, aprendiendo de todo lo que vivimos durante esta crisis. Con amor por nuestra ciudad y su gente, y cuidándonos entre nosotros, solo así saldremos adelante”.
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