Ridículo mayúsculo. Así podríamos calificar la última bufonada del golpista Josep Rull en las redes sociales. El ex conseller de Territorio en el gobierno de Carles Puigdemont está cerrando el 2022 a lo grande. Entiéndase la ironía.
En su cuenta de Twitter, Rull ha dedicado su tiempo a indignarse porque las empresas de alarma colocan sus placas en las fachadas en las cuales prestan sus servicios de seguridad en castellano. Al ex conseller no le preocupa que la delincuencia campe a sus anchas por las calles de Cataluña, si no que le preocupa que los distintivos se muestren en español. El asunto se comenta solo.
“Miles de placas como éstas en las calles de Catalunya. Y la lengua catalana brilla por su ausencia…“, afirma Josep Rull junto a dos placas de distintas empresas de seguridad. Obviamente, el condenado — e indultado — por sedición está recibiendo las mofas de un sinfín de usuarios de Twitter, y es que su ridículo mensaje se ha hecho viral en las redes sociales.
El asunto se comenta solo, pero describe a la perfección el grado de fijación y de inquina que estos sujetos sienten hacía el idioma común, por cierto les guste o no, el más utilizado entre los catalanes.
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