El PSC es un partido aliado de los separatistas, pero no por conveniencia política, sino por convicción, porque es un partido nacionalista más. De ahí su constante apoyo a los atropellos lingüísticos contra los catalanes castellanoparlantes que practican ERC o Junts, o que docenas de consistorios en los que gobiernan los socialistas no cumplan la ley de Banderas o no tengan el retrato del Jefe del Estado dónde corresponde.
La capital catalana es otro buen ejemplo, con la puesta por el monolingüismo en buena parte de la cartelería y los mensajes del consistorio que preside Jaume Collboni. Otro ejemplo es como la agenda municipal para adolescentes y jóvenes recomienda, para adoctrinarles, una actividad titulada «Dibujando una Nación: la Heráldica en Domènech i Montaner».
Por supuesto, para el PSC la «Nación» es «Cataluña», y para que a los jóvenes a los que recomienda asistir a esta exposición les quede aún más claro, la agenda municipal informa que «pretende mostrar el interés de Domènech y Montaner por la Heráldica que consistía en definir las características de la identidad de Cataluña«. Puro lenguaje nacionalista para una administración gobernada por un partido nacionalista: el PSC.
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