El castellano es el idioma más utilizado por los catalanes, guste o no guste a los secesionistas más radicales. Y todo pese a todo el dinero y estrategias que han invertido para exterminarlo de la comunidad autónoma catalana.
En la calle conviven sin ningún problema tanto el castellano como el catalán. La ciudadanía -salvo cuando te topas con algún ultra-, compagina ambos idiomas sin ningún tipo de conflicto. El tener dos idiomas es una riqueza cultural, hasta que llega el político independentista de turno y trata de imponer uno por encima del otro. Buceando por las redes sociales separatistas nos hemos encontrado con la indignación del periodista separatista Jordi Galves quien relata en sus redes sociales algo horrible para él y que le sucedió en una ciudad gerundense.
«Estoy en Olot. Veo a un grupo de cuatro mossos de esquadra que hablan animadamente entre ellos. Hace bastante frío pero lo que me deja helado es que hablan en español. Ninguna diferencia respecto a la Guardia Civil. ¿Para eso tantos esfuerzos de toda Cataluña para recuperar a los @mossos?«, ha escrito indignado en sus redes sociales Galves. La obsesión por la lengua ya llega a las conversaciones privadas entre personas, a este tipo de señalamientos están llegado los radicales secesionistas en Cataluña.
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Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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