El derbi fue una extraña mezcla de sensaciones. En la primera parte del partido apenas hicimos nada, nos marcaron de penalti estilo culé en el Camp Nou y en la recta final no empatamos — o ganamos — por pura mala suerte. Pero toca olvidar a los culés y volver a la realidad de la Liga, y ahora toca una Real Sociedad que ha demostrado en el campeonato que sin las ayudas arbitrales típicas del barcelonismo ha conseguido situarse en lo más alto de la tabla.
Rival difícil, que merece respeto, y que no nos podrá las cosas fáciles. Pero si plantamos cara al Atlético y solo nos ganaron en el minuto 100, y derrotamos brillantemente al Real Madrid, podemos aspirar a todo. O a nada, porque la irregularidad de esta temporada a veces desconcierta, pero con un RDT en racha, un Diego López en plan muro infranqueable y con que Darder, Embarba, Puado o Pedrosa tengan un buen día, podemos plantar cara a cualquiera.
De entrada, todos al RCDE Stadium y a animar a tope a los nuestros. Que para ser un equipo recién ascendido no lo estamos haciendo nada mal. Nos hemos quitado el mal sabor de boca de la patética temporada del descenso, pero hemos de consolidar la buena marcha del equipo. Así que no hay excusa para no acudir al coliseo perico.
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