Societat Civil Catalana consiguió reunir a cerca de un centenar de personas, todas ellas cumpliendo las medidas de seguridad, en la Casa de Cultura de Girona, para presentar la traducción de Anna Grau de ‘Girona’, de Benito Pérez Galdós, al catalán. El libro se puede adquirir en este enlace de Amazon.
El éxito de público obligó a habilitar una segunda sala, dado que se completó el aforo de la Aula Magna. Elda Mata, presidenta de SCC Girona, presentó el acto, dando la bienvenida a los asistentes.
Los ponentes fueron el historiador Jordi Canal; el periodista Albert Soler, autor del epílogo de la obra; el editor del libro, Sergio Fidalgo y Anna Grau. También asistió Lluís Ventós, el artista que creó la ilustración de la portada. El libro reinvidica una Girona leal con el resto de España, de la misma manera que Galdós relató el sitio que los gerundenses sufrieron en 1809 para defender la independencia de España frente a las tropas francesas.
El historiador Jordi Canal glosó el trabajo de Anna Grau, del que dijo que “es más que una traducción, es una adaptación, porque adapta la prosa de Galdós con un lenguaje más contemporáneo. Y reivindica este trabajo como “una forma de reivindicar una Girona plural, alejada del procesismo”.
Albert Soler pidió que exista en Girona una ruta Galdós, que recorra los lugares descritos en su libro, como la plaça del Vi, la torre Gironella, pero aseguró que “no existirá nunca, porque en la capital de la Cataluña auténtica solo existe la literatura en catalán, por muy pestilente que esta sea”.
Anna Grau definió la labor de Ediciones Hildy como la de “biblioteca de la resistencia”. Y defendió la vigencia de la obra de Galdós, y su modernidad. También comentó que “cuando Galdós concibió su obra, España atravesaba una verdadera crisis de élites. Una espantosa hemorragia de autoridad. Sólo las virtudes del pueblo llano compensaban las barbaridades y miserias de sus gobernantes. Me temo que hoy estamos un poco o un mucho en las mismas”.
El acto lo cerró el presidente de Societat Civil Catalana, Fernando Sánchez Costa, que se mostró optimista sobre la situación de Girona, a la que definió “como más tranquila, menos amarilla” más alejada del “peronismo secesionista que hemos vivido en los últimos años”. Y defendió el proyecto de Societat Civil Catalana “transversal y que defiende la convivencia”.
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