Ángeles Ribes, Pau Guix y Sergio Fidalgo participaron este lunes en el ‘Ho tornarem a fer’ de esta semana, y comentaron el último libro del presidente del PP catalán, Alejandro Fernández (‘A calzón quitao’. La esfera de los libros), y elogiaron el talento de este político como gran orador – uno de los mejores de la política española – y destacaron que es un libro muy interesante, en el que plantea temas muy necesarios para la mejora del constitucionalismo catalán.
A continuación comentaron como el fanatismo del Gobierno de Sánchez, usando Eurovisión como altavoz partidista para sus obsesiones políticas, y cómo perjudicó las posibilidades de Melody – la cantante que representó a España – de conseguir un buen resultado. Pau Guix comentó que Alejandro Abad – que ha participado dos veces en Eurovisión y es un músico muy reconocido – dijo que «el problema no es Melody, sino la improvisación que cada año hace la parte española del evento. No puede ser que TVE tenga unos enchufados que no tienen ni idea de que va el Festival de Eurovisión, que no va de política, sino de música y sentimientos».
Guix también denunció que «Sánchez es antisemita, y para intentar conseguir votos de Podemos está radicalizando su antisemitismo. Israel tiene mucho peso en el mundo, y eso también tiene que afectar». Ángeles Ribes comentó que «Eurovisión es un producto televisivo de primera magnitud. Chanel quedó tercera, porque era una cantante guapa, una canción buena y una coreografía espectacular, y dio un buen espectáculo. Y eso que los socios de Sánchez le hicieron una operación de acoso y derribo porque decían que cosificaba a las mujeres».
Ribes añadió que «Melody ha sido una víctima de una actitud de RTVE que no es un medio público, sino un medio al servicio del Gobierno, hasta la UER le dio un toque por la actitud antisemita de la televisión de Sánchez». Y concluyó que «si Sánchez pone a incompetentes en un organismo tan sensible para nuestra economía como Red Eléctrica, no quiero ni pensar lo que habrán metido en RTVE». Guix recordó que «la UER no permite mensajes políticos en Eurovisión, ni siquiera lo permitió cuando Ucrania ganó el festival tras la invasión rusa. Pero Sánchez se cree que está por encima de todos».
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