Este sábado se ha vivido otro nuevo capítulo surrealista en Cataluña, los autodenominados Comités de Defensa de la República han asaltado la antigua cárcel Modelo y el presidente de la Generalitat ha ido a visitar a los asaltantes.
Que Quim Torra bendiga este tipo de actos vandálicos es inaceptable en una democracia avanzada. Máxime cuando las muestras incívicas han sido notables, ya que al abandonar la ocupación han dejado la Modelo llena de pintadas, sobre todo de lazos amarillos.
“Hemos ocupado nuestra Bastilla. Para reclamar la libertad de los presos políticos, para proclamar que exigimos República y advertir que no nos conformamos con las migajas, sino que queremos el pan entero” manifestaron los CDR en redes sociales.
La Generalitat está para gobernar para todos los catalanes, no para dedicarse a bendecir actos vandálicos en instalaciones públicas. Así no se recose las heridas en la sociedad catalana. Al contrario, se profundiza la división.
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