Quim Torra es un miembro de la ultraderecha catalana. Un supremacista y un racista con escritos de odio hacia los que se sienten españoles. Su hispanofobia viene de lejos, no ha dudado en llamarnos “hienas carroñeras” y con “taras”.
En cualquier país de la Unión Europea (creada en sus bases para que no haya dirigentes como Torra) sería impensable que hubiera un cargo público de una comunidad autónoma o región con el lamentable historial de este señor.
Quim Torra tardó días en condenar la violencia, y por si fuera poco alerta diciendo que son “infiltrados”. Señor Quim Torra en el nacionalismo, usted debería saber, el infiltrado no es el violento, es infiltrado es el pacífico. Usted sabe que no hay nacionalismo pacífico, usted sabe que no puede dejar de tener la boca la palabra pacífico, porque el nacionalismo es sinónimo de violencia.
Cataluña no merece un presidente así. Un presidente radical, que genera sensación de inseguridad a los catalanes y superado por los acontecimientos. Quiere tanto a Cataluña que ya no la quiere, le obsesiona. ¡Señor Torra! Hay amores que matan y usted deje que sigan quemando Cataluña, con un “la quemé porque era mía”.
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