Los socialistas harían bien en fijarse en la experiencia de los dos tripartitos de Maragall y Montilla, que les dejó muy claro que Esquerra Republicana es un partido del que no te puedes fiar. De hecho, en los últimos años, esta frase la hemos escuchado incontables veces en conversaciones privadas en boca de militantes y dirigentes del PSC.
Pactar los Presupuestos Generales del Estado con un partido que reivindica a un racista como Heribert Barrera, que tiene a buena parte de su cúpula encarcelada o fugada por graves delitos contra nuestro ordenamiento jurídico, que presume de que “lo volveremos a hacer” no solo es un error, es un ataque a nuestra democracia.
Esquerra Republicana ha querido “ensanchar la base” del separatismo intentado dar un golpe de Estado, apoyando las algaradas de los últimos años en las calles de las principales ciudades catalanas, violando los derechos de la oposición en el Parlament y facilitando que la Generalitat, TV3, muchos ayuntamientos y otras instituciones no estén al servicio de todos los catalanes, dado que solo sirven a la minoría separatista.
No se puede pactar con un partido así, por mucho que la aritmética parlamentaria así lo indique. Máxime si hay alguna otra alternativa, sea la que sea. Poner la gobernabilidad de España en manos de un partido que odia a nuestro país y que intenta reducir a los catalanes que se sienten españoles a la condición de extranjeros en su tierra es una indecencia.
Comentario editorial de elCatalán.es
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