La empresa Eulen, sea por calmar el deterioro a su imagen tras la huelga en El Prat o por presiones políticas, había presentado una propuesta económica razonable para acabar con el conflicto laboral. Pero en las asambleas de trabajadores del control de seguridad del aeropuerto barcelonés se han impuesto las tesis más radicales del sindicato ‘Prou’, y la huelga se intensificará. La Generalitat no fue diligente a la hora de ejercer su labor de mediación laboral y ha permitido que la situación se haya podrido.
Eulen no es una empresa ejemplar en cuanto al buen trato a sus empleados, y cuenta con una larga tradición de conflictos laborales debido a que las condiciones que ofrece a sus trabajadores a veces dejan bastante que desear. Pero esta vez se había hecho un esfuerzo, que ha caído en saco roto dado que Prou ha tomado las riendas de un conflicto tan mediático, que hace que los trabajadores más radicales se sientan fuertes. Aunque sea teniendo a miles de ciudadanos como rehenes, y perjudicando su derecho al descanso.
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