El PSC ha renunciado desde hace tiempo a cualquier principio a cambio de conseguir el máximo de poder. Pactan con todo y lo aceptan todo. Pactan con ERC, Comunes, Junts, CUP o con cualquiera que se ponga a tiro. La única línea roja es acumular cargos y poder en todas las administraciones públicas catalanas.
El PSC puso como condiciones indispensables a Pere Aragonès el Hard Rock y el Cuarto Cinturón para aprobar los presupuestos de la Generalitat del 2023 y en 2024, tras exigirlo los Comunes para apoyar la investidura de Illa, recularon sin dudarlo un momento.
Y ya veremos qué pasa con la ampliación del aeropuerto de Barcelona – otra de las exigencias del PSC que Aragonès ignoró – si Ada Colau se empeña en que no se amplíe. No vemos al PSC jugándose sus sillas por unos principios que han demostrado que no tienen. Illa aseguró ayer en TV3 que quiere desbloquear el tema del aeropuerto, que se ampliará «con criterios de máximo rigor medioambiental».
Vamos, que se ampliará si los Comunes quieren y no dan un ultimátum al PSC en plan «si ampliáis el aeropuerto, ya veremos quién os aprueba los presupuestos». Muchos cargos van a tener que dar a los de Colau para que traguen o, de lo contrario, Illa se la volverá a envainar.
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