El secesionismo ha decidido que quiere señalarse para saber quienes son de los «suyos» y quienes son los catalanes «colonos», «españoles» y «quintacolumnistas» a los que, primero excluir, y luego invitar a que se vayan de Cataluña.
Por eso se ponen todos el lazo amarillo. En Barcelona aún puedes pasar desapercibido, pero en un pueblo pequeño el hecho de no llevarlo, y el no tener en tu balcón la pancarta o la bandera «correcta» es una señal de no pertenecer a «la comunidad».
No hace falta que te pregunten que piensas, ya queda claro que no eres de los «suyos» si no te señalas como hacen todos los demás. Y es un pasaporte a la exclusión social, a la marginación en tu comunidad y si además de no «señalarte» hablas demasiado, o en alto, entonces te obsequiarán con unos lazos pintados en la puerta de tu casa, en la acera al lado de tu domicilio o en tu negocio.
¿Recuerda la «gigaencuesta» de la ANC y Òmnium Cultural, con la que pretendían ir casa por casa para preguntar a los catalanes que opinaban sobre la consulta del 9 de noviembre de 2014, y así tener claro quién pensaba qué? Pues va en la misma línea.
Esa misma lógica es la que está detrás de la última campaña de la ANC, la de «Consum estratègic». Las empresas que no se apunten a este carro dejarán claro que no son «afectas» a la «causa» secesionista. Y los consumidores que tampoco lo hagan, tres cuartos de lo mismo.
Atención a la justificación que da la ANC para esta iniciativa: «Ante la campaña política y mediática favorecida por la marcha de la sede social/fiscal de algunas empresas, que pretendían reducir la confianza de la ciudadanía en la economía catalana, iniciamos una campaña para potenciar el compromiso de consumidores y empresas en nuestra economía, vinculada con los valores republicanos, de respeto a las decisiones democráticas, y sin injerencias políticas«.
Las empresas, para estar en el lado «correcto» de la historia, han de estar «vinculadas» con «los valores republicanos» y respetar «las decisiones democráticas». Si consideramos que para la ANC fueron fabulosos los plenos del 6 y el 7 de septiembre de 2017 en el Parlament en los que los partidos secesionistas se saltaron todas las normas democráticas cuando aprobaron las leyes del Referéndum y de Transitoriedad Jurídica, ya queda claro cuál es el baremo que tiene Elisenda Paluzié y los suyos de las «decisiones democráticas» y «los valores republicanos», y qué han de defender las empresas si quieren recibir el visto bueno «patriótico» de la ANC.
Para disimular un poco la ANC habla que su modelo económico está basado «en la lucha contra los oligopolios, la proximidad territorial, las estructuras cooperativistas, la responsabilidad social y la defensa medioambiental». Pura filfa, lo único que les interesa es si apoyas el secesionismo o no.
Si lo de tomar nota de quienes son los que no piensan como tú para acabar excluyéndoles de los derechos cívicos y sociales no es totalitarismo, se le parece mucho. Así que ya saben el modelo de Cataluña que defiende la ANC.
Comentario editorial de elCatalán.es
Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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