En la Cataluña constitucionalista los Mossos, por culpa de sus mandos y de sus dirigentes políticos, están perdiendo toda la legitimidad para servir a los ciudadanos. Ahora mismo no son la policía de todos los catalanes, lo son del 47% que han votado partidos secesionistas.
El secesionismo destrozó la Generalitat como el gobierno de todos los catalanes, con las actuaciones sectarias de la Mesa ha convertido el Parlament en una cámara cerrada en la que no se controla al Gobierno, y ahora han conseguido que los Mossos d’Esquadra estén a un paso de ser una policía política.
A pesar que miles de agentes solo quieren ser policías democráticos, no una policía política que persigue la libertad de pensamiento, el gobierno de Torra ha decidido violentar todos los consensos en materia de seguridad pública.
No puede ser que la seguridad de todos los catalanes esté en peligro por parte de un Govern que quiere convertir a los Mossos en el germen de un futuro ejército de una fantasmagórica República catalana.
Comentario editorial de elCatalán.es
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