Editorial
Por mucho que el secesionismo intente utilizar los ingresos en prisión de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart por un presunto delito de sedición con fines propagandísticos, fracasarán. Su intención de convertirlos en “presos políticos” es un auténtico despropósito que no va a ser escuchado por ningún Gobierno democrático.
Tal vez los aliados tradicionales del secesionismo, como los auténticos finlandeses o Nicolás Maduro, compren esta mercancía averiada. Pero los dos ‘Jordis’ han sido encarcelados por un juez, en un país democrático con garantías procesales, y por unos presuntos delitos de gran gravedad y en la que su participación fue tan evidente que hasta fue captada por las cámaras de televisión.
Será la Justicia la que dirimirá su culpabilidad o su inocencia, pero su ingreso en prisión es una decisión que a pocos puede extrañar. Los días 20 y 21 de septiembre se movilizó desde el entorno secesionista, vía redes sociales, a miles de ciudadanos, en una acción coordinada, para intentar dificultar la acción de la policía judicial.
Se destrozaron coches de la Guardia Civil, se impidió la correcta labor de los agentes policiales, se rodearon cuarteles de este cuerpo en diversos puntos de Cataluña, en un ejercicio de amedrentamiento por parte de una multitud vociferante. Esos hechos fueron gravísimos y requieren de un tratamiento detallado por parte de la Justicia.
Sánchez y Cuixart tendrán más garantías procesales que las que tendrían sus opositores políticos en la fantasmagórica República Catalana a la que aspiran, un Estado en el que la división sería una quimera y en el que los procedimientos legales serían arbitrarios.
Todo el mundo vio en las sesiones del Parlament del 6 y 7 de septiembre el respeto que tienen los secesionistas a las normas que ellos mismos han creado. Por suerte para ellos, y para todos los catalanes, España es un Estado de Derecho. Y lo seguirá siendo a pesar de los intentos de personajes como los dos encarcelados de destruir los procedimientos democráticos.
Sergio Fidalgo relata en el libro 'TV3, el tamborilero del Bruc del procés' como a los sones del 'tambor' de la tele de la Generalitat muchos catalanes hacen piña alrededor de los líderes separatistas y compran todo su argumentario. Jordi Cañas, Regina Farré, Joan Ferran, Teresa Freixes, Joan López Alegre, Ferran Monegal, Julia Moreno, David Pérez, Xavier Rius y Daniel Sirera dan su visión sobre un medio que debería ser un servicio público, pero que se ha convertido en una herramienta de propaganda que ignora a más de la mitad de Cataluña. En este enlace de Amazon pueden comprar el libro.
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