Los dirigentes secesionistas son premiados en sus respectivos partidos cuanto más insultos son capaces de verter contra sus adversarios políticos. Tenemos un claro y reciente ejemplo en Josefina Lladós, nueva presidenta del Consejo Comarcal del Alto Urgell, en la provincia de Lërida.
Esta recalcitrante separatista a propuesta del JxCAT es la nueva presidenta de este consejo comarcal catalán en sustitución de Miquel Sala, quien renunció al cargo por motivos personales. Crónica Global ha desvelado que es una insultadora nata, lo que sin duda habrá sumado muchos puntos para llegar a un puesto de relevancia.
Sus objetivos predilectos son líderes de Ciudadanos, del PSC e incluso de Podemos. Se define a si misma como puigdemonista, lo que ya dice mucho sobre su talante.
Al líder de los socialistas catalanes,Miquel Iceta, le dedicó insultos tales como «miserable» y «puta rata«. Y a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, la llamó «ladrona carcelera«.
Ciudadanos también ha recibido sus ofensas. A la formación naranja la tacha constantemente de «fascista» y también dedica lamentables calificativos contra el portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, al que calificó como «subnormal«.
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