Para estudiar un grado universitario en una Universidad, los alumnos deben llegar a una nota mínima, la denominada “nota de corte”, la cual puede ser muy diferente de la “nota de corte” de otras Universidades. En el siguiente cuadro se han indicado las notas de corte en el año 2023 de cuatro grados universitarios muy conocidos.
En él se puede ver que, por ejemplo, un alumno que quisiera estudiar medicina en Sevilla, debería tener una “nota de admisión” a la Universidad de como mínimo 13,540 puntos. En cambio, podría cursarla en la Universidad de Vic si tiene como mínimo 12,508 puntos.
Si se trata de un alumno que vive cerca de Sevilla, estudiar en Vic le comportaría irse a vivir a Vic, pero si económicamente puede hacerlo, seguramente lo hará. Estas notas indican que en Sevilla el último alumno que entró tenía 13,540 puntos y que en Vic el último alumno que entró tenía 12,508 puntos y que no entraron más porque ya no cabían más.
Cada año hay muchos alumnos que viviendo en la misma Comunidad Autónoma en la que está la Universidad que desean, no entran porque hay otros alumnos que entran primero y ocupan todas las plazas, pese a que proceden de otras Comunidades Autónomas, dado que tienen una nota de admisión más alta. Esto sería justo si todos los centros educativos tuvieran la misma exigencia en el momento de calificar a sus alumnos, cosa que no sucede (Vera Sacristán et al. 2023. OSU), y si las pruebas de acceso a la universidad que se hacen en las diferentes Comunidades Autónomas, tuvieran la misma dificultad, cosa que tampoco sucede. Basta observar en el histograma adjunto, que el porcentaje de alumnos que obtienen una nota de entre 9 y 10 puntos en la fase general de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), es 6 veces superior en Asturias que en Baleares. Para intentar arreglar esta última inequidad, se expone a continuación una propuesta muy concreta.
Conviene recordar que la “nota de admisión” máxima que se puede obtener es de 14 puntos y no de 10 puntos, ya que, si el alumno quiere, en las PAU, también llamadas EBAU, EvAU o simplemente pruebas de selectividad, puede examinarse de dos materias más, pudiendo añadir cada una de ellas dos puntos más como máximo. Es la llamada “fase voluntaria” de la selectividad. Si no se presenta, su nota de admisión máxima será de 10 puntos, la llamada “nota de acceso”. Esta depende en un 60% de la nota media de Bachillerato que le da su centro educativo y en un 40% de la nota de la “fase obligatoria” de la selectividad.
El miércoles 11 de octubre de 2023 el MEyFP presentó el proyecto de la orden que establecerá la prueba de selectividad (EBAU / PAU) para el curso 2023/2024. En dicho proyecto se mantiene que cada Comunidad Autónoma haga su propia prueba, pese a las grandes diferencias de contenidos y niveles de exigencia que existen entre las distintas Comunidades Autónomas. Por otro lado, no se incluyen las “matrices de especificaciones”, que sí aparecieron el año pasado en la Orden 63/2023, de 25 de enero, en las que se concretaban los contenidos de cada materia evaluables en la EBAU. La consecuencia de todo ello es que todavía aumentarán más las diferencias entre las EBAUs de las distintas Comunidades Autónomas.
Para intentar evitar estas desigualdades, desde el Sindicato AMES hemos solicitado al MEyFP que se haga una única prueba EBAU, la misma en todas las Comunidades Autónomas, y que en la futura convocatoria de la EBAU 2024 se incluyan los contenidos mínimos comunes, los actualmente llamados “Saberes básicos”. Somos conscientes de que tenemos muy pocas posibilidades de conseguirlo.
Dado que actualmente el Partido Popular gobierna en 11 Comunidades autónomas, en cinco de ellas mediante un pacto de gobierno con VOX y en Baleares mediante un acuerdo con VOX, y que, además, coopera en el gobierno de Canarias, resulta que aproximadamente el 70% del alumnado que se presentará a las EBAU 2024 depende de los gobiernos autonómicos del Partido Popular o del Partido Popular y VOX. Si estos dos partidos quisieran, los presidentes de todas esas Comunidades Autónomas podrían llegar a un acuerdo para hacer una única EBAU, la misma en todas ellas, durante los mismos días y en base a las “enseñanzas mínimas” comunes a todas, que son las establecidas en el Real Decreto 243/2022, de 5 de abril.
Por otro lado, la realización de una EBAU única no solo permitiría acabar con las actuales injusticias con los estudiantes que quieren acceder a las mismas universidades españolas, sino que demostraría que su realización sí es posible, que en las comunidades bilingües por ellos gobernadas (Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Galicia) se impulsaría un mayor conocimiento de la lengua común, el castellano o español, y, además, se evitaría que en ningún centro educativo se impartiera una visión de la Historia de España que es incompatible con la Constitución Española. En conclusión, se daría un paso muy importante en conseguir una España más unida y más justa.
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