La doble tarea titánica de un Jordi Cañas ‘on fire’

Jordi Cañas ha estado cinco años en el Parlamento Europeo formando parte de la armada constitucionalista que ha plantado cara con eficacia a la ofensiva separatista en las instituciones comunitarias. Su labor, como la del resto de diputados del bloque no separatista – en el que no están ni el PSOE, ni Sumar, por méritos propios – ha sido fundamental para parar los pies a los intentos de Junts y ERC de blanquear en Bruselas su golpe de Estado y su política lingüística supremacista.

A pesar de que los de Puigdemont y Junqueras han contado con la ayuda de los eurodiputados socialistas y ecopopulistas – Urtasun al frente -, no han conseguido sus objetivos políticos. Tras el buen trabajo de Cañas como parte de esta ‘armada’ ahora tiene un gran reto: ser clave en la supervivencia de Ciudadanos con una doble tarea. Es el jefe de campaña de Carlos Carrizosa como candidato a la presidencia de la Generalitat y encabezará la lista naranja al Parlamento Europeo.

De aquí al 9 de junio se lo juega todo. Un traspiés sería malo, pero no definitivo. Dos sería el final. Cañas ha insuflado mucha vitalidad, y una buena dosis de orden, a una campaña necesitada de ideas y de energía. Se nota su mano en las bambalinas de los intentos naranjas de sobrevivir en el Parlament, y aunque el objetivo no es nada fácil, Jordi no se rendirá hasta el final. No les den por muertos, porque Cañas es como el general MacArthur: dice «volveré», pero en realidad nunca se ha ido.

El segundo reto es también complicado, vencer a las encuestas en unos comicios con circunscripción única a nivel nacional. La competencia es mucha, pero Cañas juega con las bazas del buen trabajo realizado en Bruselas. Ha de convencer al electorado que en las Europeas no vote en clave de voto de castigo a Sánchez, porque entonces el voto útil recaería en otras formaciones, sino que evalúe la labor que los eurodiputados de Ciudadanos han hecho en Bruselas y Estrasburgo, que ha sido mucha y de calidad. No lo tendrá fácil, pero ha demostrado que es un superviviente y que no se arredra ante las dificultades.

Sería muy importante que el grupo Renew, al que pertenece Cs, tuviera representación española tras las elecciones del 9 de junio. Y digo «española», porque si Ciudadanos no lo consigue, PNV sería el único partido de nuestro país que quedaría en el grupo liberal. Y, entonces, el tercer grupo de la Eurocámara se vería influido por aquellos que han querido dinamitar, y siguen en ello, la democracia española.