La derrota del Manchester City en la final de la Champions League contra el Chelsea (1-0) puede tener una víctima colateral, aparte del equipo del norte de Inglaterra: el presidente del Fútbol Club Barcelona. Joan Laporta.
El máximo mandatario culé quería fichar a Guardiola para su nuevo proyecto al frente del club. Quería vender al de Santpedor que con él el Barça sería la punta de lanza del proyecto separatista para conseguir la República catalana, un escaparate mundial del ‘procés’.
Laporta quería seducir al de Santpedor con un Barça como «ejército simbólico» del separatismo, dado que si el City hubiera ganado la Champions Guardiola ya habría conseguido el gran objetivo para el que fue fichado por el equipo inglés.
Pero al fracasar, se alejan las opciones que Guardiola se sienta tentado para reconstruir el Barça y convertirlo en el gran escaparate, de cara al mundo, del independentismo catalán. Le sigue faltando ganar una Champions con un equipo que no sea el culé, tras sus fracasos con el Bayern Munich y el City (Foto: Manchester City).
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