Junts, el partido de Carles Puigdemont, ha iniciado una ofensiva por el caos de Rodalies, aprovechando que el pacto para el traspaso de este servicio a la Generalitat lo cerraron los socialistas con Esquerra Republicana, su eterno rival por la hegemonía en el campo separatista.
Por esta razón, aprovechando el mal servicio que reciben los viajeros habitualmente, que en los últimos quince días se ha agudizado con un sinfín de incidencias, ha exigido la dimisión de la consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Sílvia Paneque.
Salvador Vergés, el diputado fanático de Junts que presume de votar en contra de cualquier resolución parlamentaria que esté redactada en castellano, ha sido el encargado de pedir la dimisión de Paneque. «Pedíamos un plan de choque, pero lo que hemos escuchado hoy es más conformismo, más lamento y sumisión», argumentó tras escuchar las explicaciones de la consejera de Territorio.
«Lo que ha hecho usted es aplicar la ley del mínimo esfuerzo», le ha espetado Vergés a Paneque. «Ante la reunión de crisis, usted salió diciendo que había conseguido a más informadores, como si fueran la solución del problema», lo que ha sido considerado por Junts como un parche, dado que esperaban medidas más efectivas.
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