Gana Oriol Junqueras, gana la inmolación del PSC a medio plazo

Oriol Junqueras ha ganado las elecciones en Esquerra Republicana a Xavier Godàs. El testaferro de Marta Rovira y Pere Aragonès ha perdido por diez puntos de diferencia (42 % frente al 52 % de Junqueras) a pesar que todo el actual aparato de Esquerra se volcó con él. Al final la militancia premió el discurso sentimentaloide de quién estuvo en la cárcel y del que todos llevaron la chapita o la pegatina con el «Free Junqueras».

Con la victoria de Junqueras también gana Pedro Sánchez y Salvador Illa. De entrada, la número 2 de la candidatura vencedora, Elisenda Alamany, podrá cerrar el pacto con Jaume Collboni que Marta Rovira reventó hace unos meses. Esquerra entrará en el gobierno municipal de Barcelona y unos cuantos centenares de ‘junqueristas’ conseguirán un generoso sueldo público. Y el PSC se garantizará una cierta estabilidad en el gobierno en Barcelona, en la que gobiernan con solo 10 concejales sobre 42. Los 5 de ERC serán un buen refuerzo para Collboni.

Junqueras ha sido el apóstol de los pactos con los socialistas – ahí están Joan Tardà y Gabriel Rufián como grandes evangelizadores del credo junquerista del ‘ensanchar la base’ – y Salvador Illa y Pedro Sánchez lo tendrán más fácil para mantener el apoyo de ERC que con los ‘roviristas’, más tendentes a apretar a los socialistas para que cumplan sus acuerdos.

El ‘ensanchar la base’ de Junqueras es atraer a ERC a las grandes masas de votantes de izquierdas del área metropolitana de Barcelona que no votan en clave nacionalista. Los ‘junqueristas’ pactan por sistema con el PSC para autoblanquearse y así que estos catalanes no secesionistas consideren a Esquerra más un partido «progresista» que lo que realmente es, una formación hispanófoba que quiere reventar España.

Una vez que Esquerra haya normalizado su presencia en los ayuntamientos del área metropolitana de Barcelona llegará el momento de convencer a estos votantes que la opción que les garantiza más recursos para políticas sociales es ERC, ya que con la secesión se evita el «España nos roba» y, por lo tanto, habría más dinero para hospitales y escuelas. Todo mentira, ya que Esquerra se lo gasta todo en ‘patriotismo’, se llame TV3, Diplocat o en crear estructuras para imponer el catalán.

Y como los ‘junqueristas’ desprecian a los catalanes no separatistas, a los que consideran intelectualmente inferiores – en una reedición de la concepción pujolista del andaluz como hombre destruido – creen que les pueden engañar. Junqueras seguirá jugando a blanquearse apoyando al PSC, y espera que a medio plazo se puedan convertir en una opción interesante para el, hasta ahora, electorado ‘progresista’ no independentista.

Y como el PSC vendería su alma por unos cuantos sillones, van pactando y cediendo ideología a cambio de gobernar. Cada vez que el PSC acepta las políticas de ERC, como la imposición lingüística del catalán o la expansión del Diplocat, contribuye a normalizarlas entre unos votantes que jamás apoyarían, de motu propio, la persecución del español o la creación de una diplomacia catalana. Y así, poco a poco, la izquierda catalana será cada vez más independentista. A eso juega Junqueras.

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