
Durante estas semanas donde el COVID-19 nos ha golpeado con severa dureza y hemos perdido ya más de 23.000 vidas el secesionismo ha mostrado su cara más vil y ruin.
Han puesto palos en las ruedas de la Unidad Militar de Emergencias, se han mofado de los fallecidos de Madrid, han asegurado que una Cataluña independiente hubiera significado menos fallecidos en la comunidad autónoma y un sinfín de aberraciones más.
Este domingo tenemos otra aportación meteórica, el vicepresidente primero de la Mesa del Parlament, Josep Costa, ha soltado una soflama independentista, en medio de una pandemia que nos ha costado en Cataluña miles de fallecidos.
En tiempos donde la unión debería ser la mejor herramienta para luchar contra el COVID-19 el secesionismo ha decidido que es el mejor momento para sacar rédito político para su proyecto rupturista, demostrando toda su miseria moral.
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