El independentismo no está muy acostumbrado a escuchar críticas, son más de entrevistas masaje en los medios de comunicación públicos y subvencionados de Cataluña.
Este pasado jueves, el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, lo ha demostrado en el Parlament, abandonando el hemiciclo ante el ‘chorreo’ que le estaba propinado en diputado de VOX, Antonio Gallego.
El diputado de VOX les ha recordado a los independentistas que “fueron los primeros en encargar espionajes ilegales a través de Cesicat, con el programa Cerberus, a relevantes personalidades constitucionalistas en vísperas del golpe de Estado del 17” y ha añadido que “intentaron comprar material de espionaje en Israel e intentaron destruir 36 cajas que iban caminito de la incineradora de San Adrián del Besós y que los agentes de la Policía Nacional pudieron paralizar ¿Qué iban a quemar en esas cajas?“, les ha espetado Gallego.
Cuando el diputado de VOX ha afirmado que algunas informaciones apuntan a que Pere Aragonès era el encargado de coordinar a los “terroristas urbanos de los CDR“, Puigneró se ha levantado y se ha ido del hemiciclo. El ‘chorreo’ era de dimensiones considerables.
A los separatistas no les gusta que les cantemos las verdades a la cara.
Puigneró, vicepresidente de Cataluña, cierre al salir. pic.twitter.com/mZVMgn5jL0— Antonio Gallego (@AntonioGalleg0) May 12, 2022
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