El RCD Espanyol vive un momento de renovación e ilusión. Hace apenas unos días, el club catalán superó la cifra de 28.000 socios, un hito que confirma la tendencia al alza de la masa social blanquiazul y refuerza la percepción de que el Espanyol está experimentando un auténtico renacer, no solo deportivo, sino también institucional y emocional.
Esta cifra no es anecdótica. Supone un incremento considerable respecto a temporadas anteriores y se produce en un contexto especialmente significativo: tras un año complicado en Segunda División, y otro en el que se consiguió la permanencia en la última jornada, el club ha conseguido generar un ambiente de esperanza y compromiso entre su afición. La respuesta de los pericos ha sido clara: volver al estadio y apoyar al equipo con fuerza renovada.
El crecimiento social del Espanyol no se limita a los números. Se percibe en la presencia creciente de aficionados en las gradas del RCDE Stadium, en la actividad en redes sociales y en una identidad cada vez más cohesionada y reivindicada. La nueva primera equipación, con su aire retro, está batiendo récords y se ha vendido un 140 % que la del año pasado. La afición blanquiazul, tradicionalmente fiel pero discreta, ha encontrado nuevos canales para visibilizar su pasión.
El liderazgo de Manolo González en el retorno a Primera División y en la permanencia también ha influido notablemente en este impulso social. Los refuerzos ilusionantes, como el de perico de cuna Ramon Terrats, la compra de Roberto Fernández, la continuidad de Carlos Romero y, sobre todo, la renovación de Javi Puado se une a un ramillete de incorporaciones que ha despertado ilusión en la grada.
No se trata solo de cifras, sino de sensaciones. El crecimiento del RCD Espanyol como club social es palpable: hay orgullo, hay discurso propio, hay ganas de ocupar un espacio más visible en el panorama futbolístico. Este momento puede marcar un punto de inflexión para consolidar un proyecto que va más allá del césped.
En definitiva, superar los 28.000 socios no es solo un dato estadístico. Es la muestra de que el Espanyol está vivo, que su gente cree en el futuro y que el sentimiento perico se expande. Con una comunidad movilizada y un club dispuesto a mirar hacia adelante, el presente blanquiazul se escribe con esperanza.
NOTA: En estos momentos de crisis y de hundimiento de publicidad, elCatalán.es necesita ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí).
necesita tu apoyo económico para defender la españolidad de Cataluña y la igualdad de todos los españoles ante la ley.

















