Los socialistas catalanes han sacado mucho pecho por los resultados electorales, que han sido buenos — salvo alguna excepción — en las grandes ciudades en las que gobernaban en solitario (Santa Coloma de Gramenet, Cornellà de Llobregat, L’Hospitalet entre otras) o dónde estaban en la oposición con gobiernos separatistas (Lérida, Gerona y Tarragona).
Pero allá dónde el PSC se ha dedicado a hacer experimentos contra natura, le ha ido fatal. Por ejemplo, en Badalona han conseguido que su coalición de gobierno con la CUP, ERC, Comunes y Junts fracase y que Xavier García Albiol no solo haya conseguido su primera mayoría absoluta, sino que ha arrasado. El error de un gobierno ‘patchwork’ que ha sumido a Badalona en la delincuencia y el caos ha servido para que Albiol pase de once a dieciocho regidores, cuando la mayoría absoluta estaba en catorce.
Nos alegramos mucho por Albiol, que ahora podrá desarrollar su proyecto político con un respaldo increíble en una ciudad que en otro tipo de comicios escoge opciones de izquierda. El candidato del PP ha conseguido convencer a sus conciudadanos que será un alcalde de todos, y la mayoría que ha alcanzado demuestra que su mensaje ha calado.
Otro ‘experimento’ socialista fue Sant Cugat del Vallès. Para echar al alcalde de Junts el PSC pactó con ERC y la CUP, dando la alcaldía a los republicanos, en vez de dejar que los secesionistas se aclararan entre ellos. Los tres partidos del gobierno municipal han perdido regidores y han pasado de tener mayoría absoluta (trece regidores) a tener nueve. Y en Castelldefels Manu Reyes (PP) ha subido de ocho a doce regidores (a un regidor de la mayoría absoluta) tras un gobierno municipal integrado por socialistas, populistas e independentistas. Todas las fuerzas que gobernaban esta ciudad han perdido apoyo electoral.
También podríamos hablar del caso de Barcelona, la alianza de Collboni con Colau ha servido para que un ex alcalde fracasado, con un partido lleno de lunáticos y aquejado de casos de corrupción, Xavier Trias, haya ganado cómodamente las elecciones. Los socialistas han perdido una gran oportunidad de recuperar la hegemonía en la capital catalana con una campaña electoral prepotente y tras no haberse sabido desmarcar de los errores de Colau. El voto claramente antisecesionista ha recalado en exclusiva en el PP de Daniel Sirera y en el VOX de Gonzalo de Oro y los socialistas no han pescado apenas botín tras el hundimiento de Cs en la ciudad.
Esperemos que el PSC tome nota y no se dedique a una política de pactos con todo tipo de partidos secesionistas para conseguir alcaldías o entrar en gobiernos municipales a cualquier precio. Que vean lo que ha pasado en Badalona, Castelldefels o Sant Cugat. Si el PSC es una fuerza nacionalista más, por sus pactos con formaciones separatistas, volverá al período 2015-18, en el que estuvo a punto de convertirse en un partido irrelevante.
De momento, celebramos que Albiol y Manu Reyes puedan devolver la cordura constitucionalista a dos ciudades como Badalona y Castelldefels cuyos gobiernos municipales durante el ‘procés’ apoyaron iniciativas secesionistas como la Asociación de Municipios por la Independencia (Castelldefels) o la no celebración de la Fiesta Nacional el 12 de octubre (Badalona).
(Foto: Dolors Sabater, ex alcaldesa de Badalona de la CUP)
NOTA: En estos momentos de crisis y de hundimiento de publicidad, elCatalán.es necesita ayuda para poder seguir con nuestra labor de apoyo al constitucionalismo y de denuncia de los abusos secesionistas. Si pueden, sea 2, 5, 10, 20 euros o lo que deseen hagan un donativo aquí
no recibe subvenciones de la Generalitat de Catalunya.
Si quieres leer nuestras noticias necesitamos tu apoyo.