Lo peor de un establecimiento de restauración no es que sea caro, sino que lo que te ofrezcan no sea gran cosa.Y esto es exactamente lo que pasa en ‘Bitte! Wurst’ una salchichería barcelonesa que es una gran decepción.
De entrada, si pides una botella de «cava de la casa» y te cobran 17 euros lo menos que puedes esperar es que realmente sea «cava de la casa», que acostumbra a ser una marca modesta, pero resultona. Pero cuando te dan vino espumoso y no cava algo está fallando.
Si pides unas patatas fritas y te cobran cuatro euros y medio por un modesto cartucho de cartón relleno de patatas congeladas lo menos que esperas es que estén buenas. Sobre todo si además te cobran otro euro por un minúsculo recipiente de cartón con una dosis mínima de mayonesa. Y las patatas realmente no eran gran cosa.
Servidor, que es un amante de las bravas, me encontré con unas bravas estaban refritas y aceitosas y con una salsa que no incitaba a repetir. Eso sí, los camareros son amables y el bocadillo del de salchichas del país, que no era barato, al menos estaba bastante bueno. El de butifarra no tanto, pero aprobaba. En resumen, ‘Bitte! Wurst» es un sitio bastante caro (para lo que ofrecen) pensado para gente que va de paso y que posiblemente no vaya a volver.
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