La obsesión por arrinconar al castellano en Cataluña está llevando a algunos independentistas a rozar el más absoluto de los ridículos.
Las encuestas que demuestran que el uso del catalán está retrocediendo, especialmente entre los más jóvenes, ha hecho entrar en una auténtica sinrazón a los que persiguen sin ningún tipo de tapujo al segundo idioma más utilizado en el mundo.
El último ejemplo que os relatamos ha sucedido en Terrassa, donde un declarado independentista según consta en su biografía de Twitter se ha mostrado indignado en sus redes sociales porque el cajero automático de un parking no le “habla en catalán“.
Además, este separatista denuncia que los carteles de dicho parking se encuentran todos en castellano, algo que le ha hecho montar en cólera a través de su cuenta de Tiwtter. El surrealismo elevado a su máxima potencia.
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