Resulta muy curioso comprobar como el independentismo repitió hasta la saciedad que Cataluña no necesitaba para nada a las empresas que han ido saliendo del territorio catalán desde que pusieron en marcha el proceso secesionista -se calcula que más de 7.000-.
Incluso algunos hiperventilados negaban la realidad, y es que miles y miles de empresas había salido de la comunidad autónoma catalana a consecuencia del golpe a la democracia que protagonizaron el prófugo Carles Puigdemont y toda su banda. Pues bien, ahora resulta que uno de los puntos del acuerdo firmado este jueves por el PSOE y los separatistas de Junts es ‘meter presión’ a las empresas para que vuelvan a Cataluña. Curioso cuanto menos.
«Se abordarán los elementos esenciales de un plan para facilitar y promover el regreso a Catalunya de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años«, se explica en el documento pactado por el prófugo Puigdemont y el PSOE.
La respuesta de las empresas no se ha hecho esperar, y varias de ellas, en informaciones que publican algunos medios de comunicación, han dejado claro que «volver a Cataluña no está sobre la mesa«. CaixaBank siempre ha defendido que su sede social en Valencia es «permanente» y Banco Sabadell asegura que «estamos muy a gusto en Alicante«. Las grandes empresas del Ibex no se plantean acogerse al plan marcado por Puigdemont.
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