El secesionismo, tanto el radical como el menos asilvestrado, ha convertido la estampa de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez subidos sobre un coche de la Guardia Civil, tras los tumultos en la consejería de Economía de la Generalitat (20-9-2017), es un icono de lo que ellos consideran, de manera presuntuosa, como “lucha por los derechos civiles”.
Pero Cuixart y Sánchez hubieran vivido en la muy democrática ciudad de Nueva York, y se les hubiera ocurrido subirse a un vehículo policial, habrían recibido una respuesta muy diferente a la que dieron los Mossos d’Esquadra a los dos líderes secesionistas.
En un vídeo que se ha hecho viral, un encapuchado se sube a un coche de la policía de Nueva York y fue rápidamente reducido por media docena de agentes que no permitieron este comportamiento.
Fue durante los disturbios raciales en esta ciudad tras la muerte de George Floyd a manos de un policía.
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