Los violentos CDR amenazaron con reventar el paso de la Vuelta ciclista a España por Cataluña, y la Policía Nacional detuvo a cuatro sospechosos tras encontrar bidones con doscientos litros de aceite que, presuntamente, iban a ser volcados al paso de los ciclistas, y que podrían haber causado centenares de heridos de diversa gravedad.
La justicia y la policía sigue con sus pesquisas para establecer la culpabilidad o inocencia de los detenidos, pero como es habitual Junts y Esquerra Republicana los socios que Pedro Sánchez desea para su investidura, ya han salido en defensa de estos sospechosos de intentar atentar contra la seguridad de centenares de personas en un evento de tanta importancia como la Vuelta.
No es nada nuevo, ya que tanto Junts y ERC han salido a menudo en defensa de lo que llaman «activistas», siendo muchos de ellos radicales que protagonizan acciones coactivas hacia los catalanes no separatistas. En Cataluña no ser separatista significa para un precio si alzas la voz, y Sánchez siempre se pone del lado de los opresores. De ahí los indultos, la eliminación de la sedición y el resto de medidas que garantizan la impunidad del secesionismo más violento.
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