Pere Aragonès quiere quitar a la Guardia Civil la vigilancia costera para trasladar, por la vía de los hechos, esta competencia a los Mossos d’Esquadra. Hace años que la Generalidad presiona al Gobierno de Pedro Sánchez para conseguir la transferencia, pero mientras lo consigue, actúa sin dudarlo. Este lunes ha puesto publicidad a página entera en diarios como ‘La Vanguardia’ asegurando que «los Mossos d’Esquadra estamos en el mar».
En el mes de marzo de 2019 la Comisión Nacional de Coordinación de la Policía Judicial decidió que la Guardia Civil asumía todas las funciones policiales en el mar, y dejaba a los Mossos d’Esquadra y a la policía autonómica vasca, la Ertzaintza, solo las competencias de hacer tareas exclusivamente administrativas en las aguas interiores marítimas. Pero Aragonès no se conforma y quiere forzar que esa competencia recaiga en los Mossos.
La Policía Marítima de los Mossos d’Esquadra tiene, desde hace unos meses, tres embarcaciones de monocasco rígido de una eslora de 12,83 metros y un calado máximo inferior de 0,69 metros, que costaron 1,5 millones de euros. Se trata de las patrulleras Cap de Creus, con base en la localidad gerundense Palamós, Narcís Monturiol, con base en el puerto barcelonés de Vilanova i la Geltrú, y Josefina Castellví, con base en el puerto tarraconense de l’Ametlla de Mar. Los Mossos ya contaban con dos embarcaciones más, la Neptú II y la Thalassa.
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