La ciudadanía no parece concienciada ni mucho menos del grave problema al que nos estamos enfrentando ante el COVID-19. La última noche del año va a ser un claro ejemplo.
Se esperan más de 500 fiestas ilegales en la comunidad autónoma. Hay un dato que es muy esclarecedor. La ocupación de las casas rurales en Cataluña para esta noche alcanza el 76%.
“Al margen de las pérdidas que sufriremos esta noche de fin de año, de más de 200 millones de euros, nos mostramos preocupados por el avalancha de fiestas ilegales de las cuales estamos teniendo conocimiento“, ha lamentado el secretario general de la FECASARM, Joaquim Boadas.
Tanto Mossos como policías locales estarán muy atentos a estas fiestas ilegales, que sin lugar a dudas se van a convertir en un foco de nuevos contagios. La irresponsabilidad de buena parte de la ciudadanía queda nuevamente acreditada.
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